Deysa

Jun 28

Nuevo Ford Focus, con sistema de detección de baches

Los conductores de muchas regiones europeas se enfrentan a una crisis de baches agravada por el frío proveniente del Ártico, durante el pasado invierno. Lo que ha contribuído, aún más, al deterioro del asfalto en las carreteras.


Durante el año pasado, en Inglaterra y Gales se reparó, de media, un bache cada 21 segundos. Roma se comprometió a reparar 50.000 baches en un mes. Colonia detectó 6.000 baches después de la última estación invernal.


Estas irregularidades en el firme, además de viajes incómodos, provocan daños en las ruedas, tanto en los neumáticos como en las llantas, las suspensiones y en las demás partes sensibles del automóvil que conllevan grandes gastos de reparación.


Ford contribuye a limitar el impacto de estos rotos en el asfalto con la implantación de una innovadora tecnología de detección de baches. El sistema detecta cuándo la rueda cae en un hueco y ajusta la suspensión para evitar que se hunda tanto. Así se consigue que la rueda no golpee con tanta fuerza el lado opuesto del bache. Además, la suspensión trasera se beneficia del aviso de la ruedas delanteras para actuar más rápidamente ante la llegada al desperfecto de la vía.


«Nuestros ingenieros siempre están buscando las carreteras más agrestes para probar al límite las suspensiones de nuestros modelos, pero nos damos cuenta de que, cada vez más, estas carreteras nos encuentran a nosotros», afirma Guy Mathot, supervisor de dinámica del vehículo Ford Focus. «Los baches son un problema que no desaparecerá pronto, pero con nuestra tecnología avanzada de suspensión para el nuevo Focus hemos sido capaces de reducir su impacto».


Dicha tecnología es opcional con la Amortiguación Controlada Continua que, cada 2 milisegundos, revisa el chasis, la dirección, los frenos y la suspensión, y ajusta esta última para que posibilitar una conducción más fluida. Ford desarrolla sus sistemas de suspensión en una carretera específicamente diseñada en las instalaciones de pruebas de la marca en Bélgica, con réplicas precisas de algunos de los peores baches y obstáculos en carretera de todo el mundo. Aun así, los ingenieros perfeccionan el rendimiento de los vehículos, con cientos de horas de pruebas en una amplia gama de carreteras públicas europeas, registrando cargas y esfuerzos con equipos similares a los que utilizan los sismólogos para estudiar los terremotos.