El nuevo Ford Mustang incorpora un líquido magnético en los amortiguadores para ofrecer una mejor experiencia al volante. Esta tecnología ayuda a atletas con discapacidades a mantener el equilibrio en competiciones de esquí y snowboard.
Para las personas que han sufrido amputaciones en las piernas por encima de la rodilla, el fluído magnetoreológico o MRF mejora las articulaciones de las rodillas artificiales para que absorban mejor los impactos, lo que les permite reaccionar más rapidamente después de un salto.
La utilización de este líquido en los amortiguadores de la suspensión MagneRide del Mustang garantiza la suavidad en la conducción del coche. Los sensores registran las condiciones del firme por el que se circula, mientras que los electroimanes controlan las partículas de hierro suspendidas en aceite dentro de los amortiguadores. El campo magnético se ajusta automáticamente 1.000 veces por segundo para alinear las partículas en cada uno de los amortiguadores y ajustar su rigidez según las maniobras que se hagan al volante.
«Los atletas compiten en condiciones extremas en las que es fundamental mantener el control. Igualmente MagneRide ayuda a los conductores del Mustang a reaccionar ante condiciones variables ofreciendo la respuesta exacta para cada situación», asegura Joe Bakaj, vicepresidente de Desarrollo de Producto de Ford Europa.
